Comentamos dos articulos de reciente publicación en BMC Health Services Research.
El primero (Hjaltadóttir et al.: Predicting mortality of residents at admission to nursing home: A longitudinal cohort study. BMC Health Services Research 2011 11:86) ha estudiado los predictores de mortalidad en residencias geriatricas de Islandia sobre un total de 2206 ingresos desde 1996 a 2006 con un 60% de mujeres y una edad media de 82.5 años al ingreso.
La supervivencia media de los residentes fue de 31 meses (2.6 años). El 28.8% fallecieron en el primer año tras el ingreso; el 14.6% en el segundo año y el 9.7% en el tercero. El 46.9% de los ingresos vivieron más de tres años. La probabilidad de fallecer aumentó con la edad, el género masculino, el ingreso tras el alta hospitalaria, mayor déficit funcional en las actividades de la vida diaria e inestabilidad del estado de salud. Las relaciones y participación social disminuían el riesgo de muerte.
La estabilidad del estado de salud y la capacidad funcional se muestran buenos predictores de mortalidad. Dado que un elevado numero de residentes fallecen en un tiempo relativamente corto, los cuidados paliativos deben ser considerados en el modelo de atención residencial. Este tema ya ha sido considerado previamente en nuestro blog (ver Reflexiones sobre Cuidados Paliativos).
El efecto positivo de los apoyos sociales también lo encontramos en un estudio propio del que presentamos un poster en el Congreso SEGG
El otro articulo se refiere a las derivaciones realizadas al hospital de agudos desde las residencias (Graverholt et al.: Acute hospital admissions among nursing home residents: a population-based observational study. BMC Health Services Research 2011 11:126). El estudio se realizó en Bergen (Noruega) a lo largo de dos años (2007 y 2008) sobre un total de 2081 plazas de 38 residencias encontrando diferencias significativas entre la incidencia de admisiones hospitalarias desde las residencias o desde el domicilio (0.62 vs 0.26). El 55% de los casos derivados al hospital desde las residencias lo fueron por procesos respiratorios (20%), caidas y lesiones de causas externas (18%) y enfermedades cardio y cerebrovasculares (17%).
Durante los dos años de estudio se realizaron 2451 admisiones hospitalarias con un 27% de residentes con derivaciones multiples. El tiempo de estancia media fue de 3 dias, la mortalidad intrahospitalaria fue del 16% y la mortalidad a los 30 dias tras el alta del 29%.
Dado que los ingresos hospitalarios derivan frecuentemente en perdida de la capacidad funcional (dependencia) y en otros problemas no relacionados con la causa de admisión, debería promoverse una reducción de las derivaciones hospitalarias siempre que sea posible. Esto supone mejorar la capacidad de las residencias geriátricas para atender procesos agudos.
La sostenibilidad de los sistemas de salud en los paises desarrollados hace necesario un cambio de la política sanitaria con un enfoque sociosanitario integral que no sólo facilitaría la mejor atención a los pacientes geriatricos sino que abarataría notablemente los costes tanto directos (derivados de la propia atención sanitaria) como indirectos (derivados del incremento de la situacion de dependencia funcional)